Los libros pueden ser encuadernados de varias maneras y para ello se pueden utilizar todos los materiales que podamos imaginar, incluyendo varios tipos de papel, telas, cueros, aplicaciones de diferentes materiales e, incluso, ciertos tipos de metales que aumentan su atractivo estético e incluso durabilidad.
Actualmente, un libro que conserva sus cubiertas originales es más valioso que la mayoría de libros reencuadernados con posterioridad.